Trento capital del Alto Adigio, famosa por el Concilio, es una de las dos ciudades consideradas puertas de las Dolomitas. Tiene un bonito castillo, ruinas romanas subterráneas, y un casco histórico peatonal con tiendas y restaurantes.
Hay muchos lugares que visitar en esta ciudad, riquísima en arte y arquitectura. Podéis dedicarle el tiempo que queráis, según vuestros gustos. Algunos lugares son La plaza del Duomo, el palacio Pretorio y la fuente de Neptuno, el Castillo de Buonconsiglio y otros palacios y edificios característicos. También podéis visitar el Spazio Archeologico Sotterraneo del Sas - Trento, con restos de la antigua ciudad romana Tridentum.
Nuestra visita fue de paso volviendo de las Dolomitas, así que hicimos un paseo y no nos detuvimos en ningún lugar concreto mucho rato. Pero nos resultó una ciudad digna de visitar y con encanto.
Para evitar el tráfico y buscar aparcamiento, podéis hacer como nosotros y dejar el vehiculo en el supermercado Lidl que está a la entrada y pasear hacia el centro que no está muy lejos.
Comimos en un restaurante llamado la Antigua trattoria di more, probamos un aperitivo típico tirolés y un risotto con trufa muy rico.
La verdad, es que el Alto Adigio es muy peculiar, estás en Italia pero con ese ambiente tirolés que lo caracteriza. Es uno de esos lugares en los que te das cuenta que las fronteras actuales son muy artificiales y que al final las gentes nos sentimos más identificados por la cultura que nos rodea que por una bandera o un gobierno.
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